El Judo como Deporte Inclusivo
El judo es mucho más que una disciplina deportiva. Es una herramienta educativa, social y emocional capaz de transformar vidas. Su filosofía, basada en el respeto, el autocontrol y la superación personal, lo convierte en un deporte profundamente inclusivo. No es casualidad que forme parte del programa oficial de los Juegos Paralímpicos.
Un tatami para todos
En nuestro club, llevamos años trabajando con alumnado que presenta diferentes necesidades específicas de apoyo educativo. A lo largo del tiempo, hemos escuchado numerosos términos para referirse a ellos: personas con discapacidad, alumnado con necesidades educativas especiales, deportistas con diversidad funcional, entre otros.
Sin embargo, existe una verdad que no debemos olvidar: todos, en algún momento de nuestra vida, hemos necesitado apoyo para aprender algo nuevo. Por eso, en nuestro tatami, nadie es diferente por necesitar una adaptación. Todos son parte del grupo, y todos reciben las herramientas necesarias para avanzar a su ritmo.
Nosotros los definimos con una sola palabra: judokas.
Rompiendo etiquetas
No empleamos el término “discapacitados”, porque nuestros judokas están plenamente capacitados para la práctica deportiva. Tienen la misma motivación, la misma ilusión y la misma capacidad de superación que cualquier otro alumno. El judo les enseña valores fundamentales: constancia, respeto, esfuerzo y autoconfianza.
Judo y Neurodiversidad: Una Alianza Natural
Los beneficios del judo son extensos, pero hay un ámbito donde su impacto resulta especialmente visible: el trabajo con alumnado con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) y TEA (Trastorno del Espectro Autista).
Diversos estudios, como el realizado por Rodríguez (2018), muestran mejoras significativas en niños con TDAH que practican judo. Se observan avances en la atención, el control de impulsos y la regulación emocional. Además, cuando los programas están bien estructurados, se potencian otras áreas clave:
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Coordinación motora
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Habilidades sociales
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Autoestima
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Capacidad de concentración
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Gestión de emociones
En el judo, cada gesto y cada técnica requieren enfoque. Esto convierte la práctica en un entrenamiento natural de la atención. El tatami se convierte en un espacio seguro donde equivocarse forma parte del aprendizaje y donde el respeto es la base de todo.
Por qué el Judo Suma
El judo no excluye: integra. No discrimina: acompaña. No señala las diferencias: las convierte en fortalezas.
Cada alumno, independientemente de sus características personales, encuentra en el judo un camino propio para crecer.
Y eso, quizá, es lo más valioso que un deporte puede ofrecer.
Referencia
Rodríguez, C. (2018). Beneficios de la práctica del judo en niños con TDAH [Trabajo Fin de Grado, Universidad Autónoma de Madrid]. http://hdl.handle.net/10486/685151
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